martes, 29 de junio de 2010

El fantasma del gobernador

El 27 de febrero de 1850, había asumido al poder el gobernador Hernández de San Juan, quien era odiado por los demás políticos opositores.
El 17 de abril del mismo año, se encontraba en su despacho, terminando de trabajar y escuchó ruidos extraños provenientes del pasillo. Ignoró aquellos sonidos pero al cabo de unos minutos, el ruido se incrementó. Entonces, se asustó y fue a ver ¿qué era?
Repentinamente lo tomaron de atrás dos hombres robustos y lo llevaron de nuevo a su oficina. Inmediatamente, se escuchó un disparo: lo habían matado.
El tiro fue en la boca y el arma fue dejada en su mano, el asesino escapó rápidamente.
Al día siguiente, la secretaria del gobernador llegó al despacho y vió su cuerpo en el piso con el arma en la mano y, por ende, llamó a la policía. El asesino fue muy astuto ya que casi no había indicios.
La investigación del caso duró escasos meses y no pudieron descubrir quiénes fueron los asesinos del gobernador Hernández.
La familia del gobernador no podía entender como él se había suicidado. Dado que acababa de asumir al poder y estaba en su mejor momento.
Todos quedaron con la incertidumbre de sí fue un asesinato o un suicidio.
Pasaron los años y su esposa envejeció, sus hijos crecieron, se casaron, tuvieron hijos y la vida continuó.
Actualmente, su lápida se encuentra en el cementerio de la Recoleta. Su esposa y sus hijos descansan con él allí. Sus descendientes, los visitan frecuentemente.
Se dice que cada 17 de abril, el fantasma del gobernador aparece por los pasillos de lo que hoy es un hospital.

Mariano Alvarez 1º 1º.

1 comentario:

Barberán Zangaro dijo...

Fue un placer tomarme un tiempito para leer cada uno de los textos.