A fines de 1800, el escritor Eugenio Cambaceres se había casado con una bailarina italiana Lucía Baccichi. Este matrimonio tuvo una hija llamada Rufina Cambaceres. El marido murió al poco tiempo que nació Rufina. Lucía y Rufina quedaron solas. Cuando la joven ya había llegado a la adultez se había casado con un hombre llamado Leandro Gómez, un abogado muy exitoso. Ella un día se enteró que su marido tenía un amante. Él se había ido de viaje y ella al enterarse del engaño de su marido cayo en una tristeza profunda. La joven no volvió a hacer la misma de antes. La madre al enterarse de lo sucedido fue a visitarla. Cuando Rufina vio a su madre se volvió loca, y comenzó a decir que ella le había robado a su marido. Lucía se fue muy triste y alterada… A los pocos días Rufina murió por una depresión. Su madre se sentía tan culpable que la hija la había enterrado con su padre en el Cementerio de Recoleta. Se dice que por las noches se ve un hombre con una joven caminando por el cementerio.
Berenice Díaz 1º4ª
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